Les prometen trabajo, residencia y una vida mejor, pero la realidad que les espera es muy diferente. Todos los años más de 700.000 mujeres -muchas de ellas niñas- son víctimas de trata para fines de explotación sexual y trabajo forzado. Son las esclavas del Siglo XXI, las que se compran y se venden como si fueran objetos.