En varias cosas, La Dos es la primera. Ya sé que pueden ser cosas minoritarias, pero eso no significa nada. La Dos puede permitirse incluso ser minoritaria, y eso es lo mejor de todo. Estar a la sombra de la Uno es lo que tiene: siempre consideramos a La Dos una hermana pequeña y frágil. O, en su defecto, un lugar raro, en el que suelen habitar los raros. Seguramente por eso es ahí donde acaban los programas de cultura. Sin embargo, si lo juzgamos fríamente, La Dos es la menos extraña (y también la menos friqui) de todas las cadenas. Aquí no hay tertulias del corazón, ni surrealistas programas de testimonios, ni debates sobre la vida privada de las personas. Ni siquiera realities. ¿Cabe mayor normalidad? Pero ya ven: lo raro parece ser Página 2. ¡Entrevistan a escritores! ¡Y a gentes de la cultura! De ahí les viene, creo yo, la fama de extraños. Tienen más cosas: clases de inglés, documentales (es lo más clásico de La Dos, ya saben), Mil años de Románico (mi favorito), programas muy ecologistas y muchísimo deporte (no necesariamente fútbol; más bien, necesariamente tenis). Y tienen a Jordi Hurtado, no lo olvidemos. Y junto a todo eso, La 2 Noticias.
Es cierto que los informativos han evolucionado mucho. Cuatro y La Sexta, por ejemplo, se han separado lo suyo del formato original, el de la Uno. Pero cualquier informativo que pongas al lado de La 2 Noticias parece antiguo. Cumplían quince años este mismo sábado, y ahí está, Mara Torres, ofreciendo una renovada mirada al mundo que no es, ni de lejos, la de las grandes cadenas. En Internet tiene aún más seguidores. Mara Torres y Carlos del Amor, entre otros, me siguen pareciendo una alternativa relajante a la dureza habitual de los telediarios. Ya sé que la culpa de todo es de la realidad, pero a veces debajo de la realidad puede estar la playa. Algún día todos los informativos se fabricarán así.
Fuente: Artículo de José Miguel Giráldez (columnista y crítico de televisión) para El Correo Gallego (9/11/09).