Entrevista a Mara Torres: "Aprender es una actitud vital".

El día de la entrevista, quedamos en la puerta trasera de la Facultad de Periodismo. Mara Torres, de 34 años, llega con puntualidad británica encondida tras unas gafas de sol enormes que recuerdan a Audrey Hepburn. Es menuda e inquieta; mira constantemente a su alrededor, como temiendo que la descubran. Quizá todavía no se ha acostumbrado a salir en la tele y ser reconocida. Cuando se presenta, parece una persona extremadamente seria y responsable. Ya dentro de su antigua facultad, con el café entre las manos, se transforma en una niña entusiasta y locuaz, que no se cree la suerte que tiene por presentar las Noticias de La 2 y está encantada de volver a estudiar.
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¿Cuánto hace que no venías por aquí?
Pues no tanto, ¿eh? Hace dos o tres años di unas clases para alumnos de posgrado. Estuvimos haciendo un programa de radio, enseñé locución, realización…

Creo que, en realidad, no has perdido el contacto con la universidad casi en ningún momento, ¿no?
La verdad es que no. Terminé la licenciatura, al poco tiempo comencé el doctorado, y la tesina la presenté al tribunal hace justo dos años. Me acuerdo porque fue cuando empecé en La 2 Noticias. La tesis… no llegué a presentarla porque no sabía de qué hacerla. Ahora me he matriculado en otra carrera, a ver si me da pistas.

Tú no paras, ¿eh? ¿Qué es lo que estudias ahora?
Me he matriculado en Historia de la Literatura Comparada, una carrera de segundo ciclo de Filología y estudio, bueno, vamos a poner eso entre comillas porque voy a muy poquitas asignaturas.

Es decir, se trata más que nada de inquietud intelectual, no le buscas ninguna salida práctica…
hombre, yo creo que aprender y formarte siempre tiene una salida práctica. La formación constante es una actitud ante la vida… es la que yo tengo, por lo menos.

Entonces, según tú, ¿sirve de algo estudiar Periodismo?
Yo creo que el periodismo es más bien un oficio; hoy en día hay grandes comunicadores a los que admiro y no sé si pasaron o no por la carrera. En concreto, en mi caso, sí me ha sido muy útil, porque me ha obligado a investigar, comparar, ir más allá… La escuela de la vida está muy bien, pero esa la tiene todo el mundo. Formarte te hace ver más allá. Para mí, aprender es una actitud vital.

Te pasas casi todo el día ocupada, ¿qué haces cuando no tienes nada que hacer?
¡En realidad siempre tengo cosas que hacer! No, a ver, cuando no trabajo ni estudio… salgo muchísimo. Siempre tengo planes. Mi abuela decía que ella estaba tranquila: si se quemaba la casa, sabía que no me iba a pillar dentro… (risas). En cuanto, puedo me voy donde sea. Me encanta viajar.

¿Hay algún sitio que te haya marcado especialmente?
Me marcó mucho un viaje que hice a Argentina hace algunos años… Y me gustaría ir a Japón. He estado bastante en Latinoamérica y África, pero nunca en Asia. Hay tantos sitios… realmente, para mí lo importante no es lo que encuentras cuando llegas, sino todo lo que descubres en el camino.

Volviendo a Madrid, investigando para la entrevista, hemos visto hay al menos dos blogs dedicados a Mara Torres. Eso no lo tienen ni Matías Prats ni Ana Blanco… ¿De dónde viene este fenómeno fan?
(Risas) Pues no lo sé, no sé de dónde viene, pero agradezco que, al menos, sean respetuosos: han seguido únicamente la trayectoria profesional y son un punto de encuentro. Supongo que todo parte de Hablar por Hablar.

Has estado ligada a la radio desde siempre. Empezaste en una emisora pequeña, Onda Mini…
sí, hacíamos un programa de debate los miércoles por la noche y me acuerdo que en esa época llamábamos a los colegas para que participaran porque no teníamos invitados.

Y de ahí, directamente, el salto a la SER. ¿Cómo fue?
Los estudios de Onda Mini estaban en Gran Vía 31 y Cadena SER está en el número 32. Recuerdo que mirábamos por la ventana, veíamos encendidas todas las luces de la octava planta y pensábamos “guau, debe ser flipante trabajar allí”… Nos llamaron de la Complutense para que participáramos en un concurso convocado por la SER. Una compañera y yo hicimos un reportaje sobre el mundo del teatro y gustó mucho, así que me pidieron que hiciera las pruebas de acceso a las prácticas de verano, aprobé, entré… y luego tardé doce años en salir.

¿Recuerdas alguna gran metedura de pata de primeriza?
Bueno, creo que retransmití la peor cabalgata de la historia… tardé mucho en recuperarme. De hecho, estuve un par de años deseando que no llegaran los Reyes, a mí que siempre me ha encantado, porque me recordaban al desastre… (risas).

Bueno, has tenido tiempo para enmendar el error. En 2001 llegó Hablar por hablar y has pasado 5 años en él. Qué destacas de todo ese tiempo.
Fue un fenómeno muy sorprendente. Por un lado aplicamos las nuevas tecnologías a una fórmula tan vieja y tan básica como la que tenía el programa oyente-presentador. Incorporamos un chat, que ahora parece una herramienta muy normal en la radio, pero en ese momento fue algo innovador…
Era la comunicación pura y dura con el que estaba al otro lado. Pasé ratos muy buenos y otros malos, pero todos muy intensos. Fue una experiencia fabulosa.

Y después de cinco años en el programa, se produce un giro de 180 grados y te pasas a la televisión. ¿Qué te impulsó a dar ese paso?
Es que para mí, La 2 Noticias es una joya. Ya lo sabía como espectadora y cuando Fran Llorente (director de los Informativos de TVE) me llamó y me dijo, “Mara, te queremos aquí”, casi me caigo de la silla. Literalmente.

Pero, ¿qué le has dado tú al programa?
La 2 Noticias tiene un sello propio que va más allá de mi aportación y de la de cualquier otra persona. Es la forma de enfocar los temas: los rótulos de las piezas, la apuesta por la cultura, los derechos humanos, la ecología, el hecho de que sea un informativo que no se deja invadir por la comunicación de impacto y huye del sensacionalismo… yo sólo soy un elemento colateral.

¿Qué clase de gente ve vuestro informativo?
Yo siempre digo que el espectador de La 2 Noticias es alguien con quien te tomarías algo. Me caen bien. Son pocos, pero son la clase de persona que nos gusta tener. Es gente muy exigente, que no nos pasa ni una. Escriben en el blog, mandan cartas… nos hacen ponernos las pilas y les respetamos. A lo mejor esa es la clave.
Volviendo al Periodismo, parece que en nuestra carrera cuando empiezas tienes unos valores y al cabo de los años, queda poco de ellos. ¿Tú qué opinas, te has sentido decepcionada?
Hombre, en principio, tus valores no debería dártelos la profesión que elijas. Yo creo que he cambiado desde que empecé, pero no por llevar quice años en los medios, sino porque tengo quince años más. ¿Decepcionada? Por mi experiencia, no. El día en que mi profesión me decepcione, cojo y me piro (risas).
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MARA TORRES: Cuando mis padres salían aprovechaba para ver "Anillos de oro".
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Considera Mara Torres (Madrid, 1974) que «no hay épocas doradas» en la tele. «Hubo, hay y habrá programas que están muy bien y con los que disfruto mucho y otros que hacen que apague directamente la tele». Entre estos últimos, las corridas de toros, antes tan habituales en televisión y que Mara no ha vuelto a ver desde que era cría. «En casa siempre tuvimos tele, pero al principio era en blanco y negro. Cuando llegó el aparato en color vi una corrida y pregunté a mis padres: 'eso rojo -que hasta ese momento yo había visto siempre en color gris- que le cae al toro no es sangre ¿verdad? Y me dijeron que sí. Me quedé tan impactada que nunca más he visto los toros», explica la periodista madrileña.
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De otros programas tiene mucho mejor recuerdo. «Veía 'Marco', 'Heidi', 'La abeja Maya', 'Érase una vez el hombre', la serie de dibujos de Don Quijote... ¡Qué recuerdos y qué pintas llevábamos entonces...! Lo alucinante es que hoy todavía podría cantar las canciones enteras porque me las aprendí de 'pe a pa'».
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Pero además de estos espacios propiamente infantiles a Mara Torres también le gustaban los que no eran específicamente para su edad. «Cuando mis padres salían los viernes por la noche, la chica que nos cuidaba a mí y a mis hermanas nos dejaba ver 'Segunda enseñanza' y 'Anillos de oro', eran series de mayores y para nosotras era como estar haciendo una travesura», recuerda divertida la presentadora de La 2 Noticias.
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Esta vez con el beneplácito de sus padres, la familia entera -como casi todas las de entonces- no se perdía ni un sólo concurso del mítico 'Un, dos, tres'. «Me encantaban todas las pruebas: las preguntas, la eliminatoria, el apartamento que regalaban en Torrevieja... Me acuerdo de que tenía una 'Botilde' con un aro para jugar con los pies...».
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